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Si te encuentras fuera de casa, protégete las vías respiratorias con un pañuelo o ropa.
El desarrollo de la sociedad occidental en los últimos años se ha producido gracias a los avances tecnológicos. Algunos de ellos ha permitido la obtención de productos que contribuyen a la mejora del actual nivel de vida: los medicamentos, los detergentes, las pinturas, las fibras textiles, los plásticos, los carburantes y muchos más se obtienen de procesos industriales, todos ellos de naturaleza química.
El riesgo tecnológico originado por los procesos químicos se conoce como riesgo químico.
Vivir en un área con industrias que producen, manipulan, transportan y almacenan productos químicos implica un riesgo, es decir, la posibilidad de que se produzca un accidente que tenga repercusiones en el exterior de la industria.
Es necesario conocer y valorar correctamente este riesgo, es decir, la posibilidad de que se produzca un accidente que tenga repercusiones en el exterior de la industria.
Ante una posible exposición a productos químicos, es fundamental actuar con rapidez y seguir estas recomendaciones:
Aléjate de la fuente de exposición lo antes posible, siempre que no suponga un riesgo mayor.
Evita el contacto directo: no toques sustancias derramadas ni inhales vapores sospechosos.
Lávate inmediatamente con abundante agua y jabón si ha habido contacto con la piel. Retira la ropa contaminada con cuidado y evita que otras zonas del cuerpo entren en contacto con ella.
En caso de contacto con los ojos, enjuaga con agua limpia durante al menos 15 minutos sin frotar.
Si se ha inhalado el producto químico, busca aire fresco y mantente en reposo. No fumes ni realices esfuerzos.
Llama al 112 o acude al centro médico más cercano indicando claramente el tipo de exposición, si se conoce el producto químico implicado, y los síntomas que presenta la persona afectada.
No ingieras alimentos, bebidas o medicamentos salvo que así lo indique un profesional sanitario.
Si se dispone del envase o etiqueta del producto, llévalo contigo para facilitar la identificación y el tratamiento adecuado.
En cualquier caso, la actuación rápida y el seguimiento de las indicaciones de los servicios de emergencia puede ser determinante para minimizar los efectos sobre la salud.
En caso de incendio en una instalación química, es fundamental protegerte adecuadamente, ya que el humo y las sustancias involucradas pueden ser altamente tóxicas o inflamables. Sigue estas recomendaciones:
Refúgiate en un lugar cerrado, preferiblemente en una habitación interior del edificio más cercano. Evita permanecer al aire libre, ya que el humo puede ser perjudicial incluso a cierta distancia.
Cierra puertas, ventanas, rejillas de ventilación y persianas para evitar que entren humos o gases.
Sella las rendijas con cinta adhesiva, toallas húmedas u otros materiales que impidan el paso del aire desde el exterior.
No utilices sistemas de ventilación, calefacción ni aires acondicionados que conecten con el exterior.
Aléjate de las ventanas, ya que podrían romperse por el calor o por una posible explosión.
Sintoniza la radio o consulta canales oficiales (como @112_SOSDeiak en Twitter) para recibir información y saber cuándo es seguro salir.
No salgas a la calle hasta que las autoridades lo indiquen.
En caso de estar en el exterior:
Aléjate rápidamente en dirección perpendicular al viento.
Cúbrete nariz y boca con un trapo húmedo para reducir la inhalación de humo o gases.
No busques refugio en vehículos, ya que no ofrecen protección suficiente; entra en un edificio sólido lo antes posible.
Tu seguridad depende en gran parte de una actuación rápida, tranquila y siguiendo las indicaciones de las autoridades.
